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3 semanas después
1 mes después
Cápsulas para restaurar la visión con extracto de arándano
Fortalecen los músculos visuales
Los componentes de Lutevid aumentan el tono del músculo ciliar que soporta el cristalino y evitan que se tense demasiado
Mejoran el suministro de sangre a los ojos
Estas cápsulas aumentan la elasticidad de las arterias oftálmicas y estimulan el flujo sanguíneo hacia la retina y la córnea
Aumentan la claridad y el brillo de la visión
Después de un ciclo de tratamiento con Lutevid, distinguirás mejor los colores, verás los contornos de los objetos con mayor claridad, leerás la letra pequeña y tus ojos no se cansarán del trabajo prolongado delante del ordenador
Ácido ascórbico. Fortalece las paredes de los vasos sanguíneos, normaliza la presión intraocular
Extracto de arándano Aumenta la calidad de la visión, mejora la receptividad de la retina a la radiación lumínica, previene enfermedades oculares
Magnesio Combate los ojos secos, protege las membranas mucosas
"La pérdida de visión es un problema al que se enfrentan las personas que leen mucho o trabajan frente a la computadora. Las gafas y lentes de contacto empeoran la situación, ya que su uso continuado no proporciona el descanso necesario para los ojos que están en constante tensión, y esto reduce la pérdida de visión. La cirugía láser tampoco es la mejor opción. Si no se elimina la causa de los problemas de visión (computadoras, TV, smartphones), el efecto de la cirugía solo durará 1-2 años. La visión se puede mejorar con Lutevid que contiene extractos naturales de arándano y pomelo. El secreto de estas cápsulas está en la dosis óptima de sus componentes, necesaria para que nuestra visión se mantenga nítida y clara a pesar de las cargas elevadas."
— Julio Gómez, experto en restauración de la visión
Llevo trabajando en la oficina toda mi vida. A los 40 años, mi visión empeoró rápidamente. Tuve que empezar a ponerme gafas, lo cual no era nada cómodo. Las lentillas tampoco me gustaban porque me dolían y me picaban los ojos después de usarlas. Lo peor de todo era que cuanto más usaba gafas y lentillas, peor veía sin ellas. Para no quedarme completamente ciego, comencé a tomar las cápsulas Lutevid por recomendación de un amigo. La visión fue mejorando poco a poco. Después de un par de semanas, los objetos ya no me parecían borrosos y, un mes después, ya podía leer los carteles publicitarios en la casa de al lado. Aún me pongo gafas, pero con lentillas más finas. Estoy seguro de que después de 2-3 ciclos de tratamiento con Lutevid, ¡podré prescindir de ellas!
— Miguel
Soy profesora de universidad con más de 40 años de experiencia. Me encanta mi trabajo y no quiero jubilarme, pero debido a la carga constante por los libros de texto y el portátil, mi visión fue empeorando con los años. Empecé a ver peor, incluso me resultaba difícil leer la letra pequeña con las gafas. Temía que a ese ritmo pronto tuviera que despedirme de la ciencia. Cuando compartí mis problemas con una colega, ella me recomendó tomar las cápsulas Lutevid. Una semana después, leer el texto en el portátil se hizo notablemente más fácil. Poco a poco, recuperé mi visión en un mes. Ahora llevo gafas con dioptrías mínimas. ¡Y eso que tengo 67 años!
— Laura
Un médico me habló de Lutevid cuando llegué a su consulta para hacerme una cirugía ocular con láser. Mi visión empeoró tanto que no me ayudaban ni las gafas. En la clínica me dijeron que, a mis 52 años, la anestesia sería peligrosa para el corazón. En su lugar, me aconsejaron tomar Lutevid y me dijeron que, si no me ayudaba este producto, me recetarían medicamentos más fuertes. Pero al final no me hicieron falta. Estas cápsulas hicieron su trabajo. Ahora me pongo gafas solo cuando leo o veo la televisión. Puedo llevar una vida normal sin ellas.
— María